LOCOS DEL ATLETISMO
Uno de los mejores periodistas deportivos en España, es sin duda Martí Perarnau. Este atleta, nunca me gusto el término “ex” ya que uno nace, vive y muere por este deporte, siempre que publica algún artículo sobre atletismo, utiliza la expresión “Locos del atletismo”, término muy acertado porque seguir este deporte seas atleta, entrenador o padre tiene un grado de locura muy importante.
Esta introducción viene como anillo al dedo para escribir unas líneas sobre la enorme experiencia que es disfrutar del Cross Internacional de Atapuerca. Disfrutar, en efecto, a pesar del intenso frío, el cortante aire y la molesta lluvia, ausente esta pasada edición afortunadamente. Por eso tenemos un grado de locura superlativo. Ver a los chavales pelear metro a metro a pesar de todas las inclemencias vale ya una medalla de oro, uno lucha cada entrenamiento para dar lo mejor de sí mismo compitiendo. Solamente por eso, vale la pena sufrir y el orgullo que siente uno que está con ellos cuando están bien, pero sobre todo cuando aparecen las lesiones o problemas que tiene la adolescencia, es tan grande que no hay palabras para describirlo.
La expedición del club salió de sábado sobre las 14:00. El viaje fue tranquilo, sin sobresaltos. Ya con la noche encima llegamos al circuito con la idea de montar la carpa por si llovía el domingo. Todo el esfuerzo se fue al traste ya que por la mañana el viento la había levantado. Con muy pocos medios y mucho trabajo se pudo montar de nuevo para que los atletas tuvieran donde cambiarse y poder tomarse algo caliente después de la dura competición. Todo esto es gracias a los padres de los chavales, sin ellos nada sería posible, por eso son un pilar básico de esta familia que es cada club, en este caso el Atlético Gijonés Fumeru.
En lo que se refiere a las diferentes carreras, los resultados fueron impresionantes. Pelayo García en categoría infantil, entrenado por José Onís venció de manera imperial, controlando la carrera en todo momento. En la misma categoría, pero en féminas, Laura López se clasificó en tercera posición. No tengo palabras para describir a esta joven atleta de Carbayín. Llevaba más de un mes con diversas molestias en abductor y rodilla, apenas una semana antes no podía casi ni calentar. Estuve a punto de no llevarla a la cita burgalesa, pero como sabía que el disgusto hubiera sido bestial y había mejorado bastante fue, pero no de paseo, el hambre de atletismo hay que saciarlo y se dio todo un atracón el pasado domingo. En este santo deporte, además de cualidades, hay que tener la cabeza en su sitio y mucha ambición. Como Laura de esto tiene por kilos, junto a una estructura familiar sensacional, los resultados, que nadie regala están ahí.
En juveniles la actuación fue más que notable, donde después de mucho sufrimiento, volvimos a ver a otra depredadora en acción. Isabel Barreiro, como nuestro internacional Iñaki Cañal, los vimos crecer desde muy pequeños en nuestra escuela deportiva y llevada de manera excepcional por Mario. La lucha de años de Isa con la dichosa fascitis plantar ha sido tan injusta como cruel. Pasar de ser la mejor fondista española en categoría cadete a no poder dar una zancada sin sentir dolor, es muy duro en materia psicológica, más que en el aspecto físico, pero hablamos de otra atleta con una envidiable cabeza y con otro núcleo familiar espectacular. Poder disfrutarla de nuevo compitiendo contra las mejores fondistas del panorama nacional, ahora en categoría juvenil, es un auténtico placer. Un quinto puesto con sabor a victoria. Atapuerca fue un aviso de lo que será una gran temporada, estoy seguro. Sus compañeras, Laura Cuesta (52), otra que volverá aunque mi padre tenga que llevarla a hombros, Iris Diego (54) e Inés López (80) completaron una buena actuación del club. Hay bastante que mejorar para tener un equipo competitivo a nivel nacional, pero trabajando como hasta ahora, no hay meta imposible. El poleso David Crespo tuvo una mala salida, pagándolo al final, pero gran puesto el logrado (29). Otro con hambre, sobre todo después de una temporada pasada con demasiado castigo por enfermedades; este nuevo curso promete cobrarse todas las deudas del pasado año, es lo que tiene entrenar y competir dejando hasta la última gota de sudor en el intento.
La vuelta a la patria querida también transcurrió sin problemas, amenizados por el “espectáculo” musical de mi señor padre, pero eso es otro tipo de locura y no transitoria o deportiva precisamente.
Javi Melero
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